El primer rol del gerente es hablar con su equipo. Sin embargo, según nuestra encuesta realizada con Je Bosse en Grande Distribution, el 87 % de los gerentes considera que no tiene tiempo suficiente para animar a sus equipos, y el 75 % reconoce no lograr organizar el trabajo como desearía. Un hallazgo que no sorprende cuando se conoce el ritmo intenso de la tienda: una multitud de tareas por encadenar, imprevistos que gestionar… y muy pronto, la presión aumenta para todos.
En un contexto donde la motivación se debilita y la integración de los nuevos se convierte en un verdadero desafío, resulta esencial preservar un momento dedicado a los colaboradores. Y ese momento es el brief de tienda. A menudo percibido como una formalidad, dura apenas cinco minutos… y con demasiada frecuencia se subutiliza.
Entonces, ¿por qué este ritual de apertura, o de inicio de turno, es tan determinante para el rendimiento y el bienestar de los equipos? Hagamos un repaso juntos.
Los tres pilares de un buen brief de tienda
El brief de tienda no es solo una reunión matutina. Es quien marca el ritmo de toda la jornada. Así que, aunque solo debe durar unos minutos, debe incluir mensajes importantes que no se pueden olvidar.
Hacer comprender los objetivos del día
Antes de actuar, hay que comprender. Esto es exactamente lo que permite la parte informativa del brief: dar a cada colaborador una lectura clara de los objetivos y prioridades del día.
Concretamente, el brief repasa primero los logros, los puntos de atención y los resultados del día anterior. En pocos minutos, cada persona obtiene una visión rápida de lo que se ha logrado y de lo que queda por hacer. Todos disponen del mismo nivel de información, sin zonas oscuras y sin dejar a ningún colaborador fuera.
Luego sirve para destacar las prioridades operativas: promociones a lanzar, productos a implementar, repases a realizar, o adaptaciones organizativas relacionadas con una ausencia o una entrega retrasada.
Son elementos que pueden alterar la jornada… pero que el brief permite anticipar e integrar eficazmente, para empezar juntos con buenas bases.
Comprender quién hace qué y por qué
A continuación llega la parte clave del brief: el momento en que se pasa de “lo que hay que saber” a “lo que hay que hacer”. Aquí la información se convierte en acción.
Según McKinsey, un buen alineamiento de las tareas puede generar un 20 a 25 % de productividad adicional. [1] Por eso es importante precisar claramente quién hace qué, cuándo y en qué orden. Esta explicación establece un marco operativo claro, aclara las expectativas y da un rumbo compartido para la jornada.
También es la ocasión de explicar cómo se han repartido las tareas. Esta transparencia evita percepciones de injusticia, frustraciones silenciosas y tensiones innecesarias, todos ellos obstáculos para la cohesión y el rendimiento del equipo. Porque sí, según nuestra encuesta, la sensación de injusticia en la distribución de tareas sigue siendo demasiado frecuente: el 67 % de los colaboradores encuestados la reconoce.
¿Falta material? ¿Una zona desordenada? ¿Un punto de fricción no resuelto el día anterior? El brief también sirve para identificar estos obstáculos y asignar su resolución de inmediato, antes de la apertura.
Así, el gerente se asegura de que cada persona disponga de los medios y condiciones adecuados para cumplir lo esperado.
[1] : https://www.mckinsey.com/industries/technology-media-and-telecommunications/our-insights/capturing-business-value-with-social-technologies
Involucrar al equipo y reforzar la cohesión
Por último, y quizás el aspecto más subestimado, el brief es un momento humano. Unos minutos que pueden generar una verdadera dinámica en el equipo, como el inicio de un partido que está a punto de jugarse.
Por eso es esencial valorar los logros: destacar un desempeño del día anterior, felicitar una iniciativa, reconocer un esfuerzo colectivo… Estas atenciones refuerzan la motivación y dan ganas de superarse.
Recordar el objetivo común, los valores a encarnar y la postura esperada ante los clientes también permite consolidar un rumbo compartido. El brief actúa como un reinicio diario, que alimenta un alineamiento duradero.
Dar un momento para plantear una pregunta, compartir una dificultad o proponer una idea es igualmente importante. Este espacio de expresión empática mantiene el compromiso, un factor que puede mejorar la rentabilidad hasta un 23 %, según Gallup.[2]
En resumen: el brief es corto en duración, pero potente en impacto sobre los equipos y el rendimiento de la tienda. La participación puntual del director, del asociado o del socio en los briefs de equipo es esencial. Esta presencia no solo reconoce el trabajo diario, sino que también apoya al gerente en mejorar su comunicación. Además, permite compartir información importante (récord de ventas, mejor día del semestre, etc.) y transmitir un mensaje de ánimo directo a los equipos.
Queda una pregunta esencial: ¿cómo organizarlo eficazmente sin dedicarle horas… y sin que termine por omitirse? Veámoslo a continuación.
[2] https://www.gallup.com/workplace/321725/gallup-q12-meta-analysis-report.aspx
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La carga de trabajo como dato objetivo
¡Se acabaron las impresiones o las estimaciones a ojo! TimeSkipper posee una verdadera experiencia en el cronometraje de tareas en tienda (¡los equipos tienen más de 35 años de experiencia en operaciones en tienda, no es poca cosa!). Calcula con precisión la carga de trabajo necesaria, desde el reabastecimiento hasta el “repase”, pasando por la atención al cliente en ventas de distribución especializada.
Nivelar la carga para mayor equidad
Al comparar la carga de trabajo calculada con los horarios y prioridades de cada colaborador, la herramienta revela instantáneamente los desequilibrios. Es la oportunidad de realizar un ajuste rápido, asegurando un reparto de carga justo entre los colaboradores del equipo, teniendo en cuenta sus competencias y las necesidades de los clientes. ¡Adiós al “yo hago más que él, no entiendo por qué”!
Una hoja de ruta precisa y clara
En pocos minutos, se obtiene una hoja de ruta detallada y realizable por el equipo. No se da más de lo que realmente pueden hacer. Así, se construye el brief sobre bases objetivas, un método que refuerza la adhesión y permite comenzar el día con buen pie.
El planning como soporte del brief
Una vez establecida la hoja de ruta, hay que poder explicarla.
TimeSkipper también acompaña aquí, con un soporte de brief automático. Esto evita que los gerentes dediquen horas a prepararlo. Saben en qué insistir y pueden explicar fácilmente la construcción del planning del día, tal como lo hicieron.
Pueden especificar el número de paquetes entregados, las horas planificadas frente a las horas cargadas según lo previsto, el tiempo exacto asignado al repase u otras tareas…
Los imprevistos se gestionan fácilmente
En el comercio, los imprevistos son habituales (ausentismo, afluencia inesperada de clientes, entregas retrasadas, etc.). Al planificar y objetivar el tiempo real de cada tarea, los gerentes pueden anticipar márgenes de maniobra y reaccionar rápidamente sin cambiar por completo la hoja de ruta inicial.
Aquí es donde la movilidad se convierte en aliada. El planning diario es accesible desde el móvil para los colaboradores. Ante un imprevisto o prioridad, se les informa rápidamente y/o pueden notificar al gerente un problema. Para tareas secundarias, el gerente puede predefinir una lista de “tareas a elegir”. El colaborador puede inscribir de manera autónoma la tarea seleccionada en su planning. Esto refuerza la autonomía y la cohesión, ya que otro colaborador no tendrá que hacerlo.
Conociendo las prioridades a través del brief de la mañana, los colaboradores pueden gestionar por sí mismos la priorización gracias a la movilidad.
Refuerzo de la legitimidad gerencial y la confianza
Un brief bien realizado es, además, un instrumento para consolidar la legitimidad del gerente.
Basándose en un planning modelado y en datos objetivos, el gerente justifica sus decisiones. Esta transparencia refuerza su legitimidad ante los equipos, que entienden por qué se les pide hacer determinada tarea.
El brief también es un ritual gerencial esencial para dar visibilidad a todos y crear vínculos. Permite al gerente estar atento a las necesidades del equipo, fomentando una gestión equilibrada entre cercanía y firmeza.
Finalmente, gracias al brief de tienda, los colaboradores llegan con una visión clara de su jornada. Tienen las precisiones necesarias para saber exactamente lo que se espera de ellos y cómo priorizar en caso de imprevistos.
En conclusión: más que una reunión, una dinámica de equipo
Realizado diariamente y basado en una modelización precisa de la actividad, el brief de tienda es el disparo de salida para impulsar la dinámica de trabajo deseada.
Permite:
- Alinear al equipo con los objetivos del día.
- Valorar los esfuerzos de cada uno.
- Explicar la distribución del trabajo.
- Dar sentido al trabajo de cada colaborador.
Es al institucionalizar estos ritmos gerenciales que se lleva la gestión a un nivel superior. A menudo poco realizado en tienda, hoy esperamos que, tras este artículo, le des la alfombra roja al brief.
